ZEROTIPS

6 junio, 2020

Sábados de lluvia. Ideal para compostar

¿Eres de los que tiran la cáscara del banana o de los huevos? Seguramente tampoco conoces los beneficios que puede traer a tu huerta o jardín agregar un poco de los restos que quedaron de la cafetera, o el agua con que lavas el arroz. En Kompost® Argentina trabajamos para que los residuos orgánicos no terminen en el tacho de la basura, y es por esto que te presentamos algunos consejos para darles una utilidad, que además te ayude a mantener más saludables tus flores o tu huerta.

Ayer viernes 5 de junio se conmemoró el Día del Medioambiente, una fecha que nos invita a repleantear nuestros hábitos de consumo, y pensar en soluciones para evitar la saturación de nuestro planeta de contaminación y residuos. Es por esto que hay personas a nivel mundial ya se han sumado a iniciativas como Basura Cero, un movimiento que busca reducir nuestro impacto por medio de la reutilización y la recuperación responsable de productos, envases y materiales, para evitar que lleguen al agua, al aire o la tierra.

En este artículo compartiremos algunos métodos de reutilización de residuos orgánicos que pueden estar presentes en tu hogar, y que puedes convertir en elementos nutritivos y beneficiosos para mejorar la salud y vigor tanto de una pequeña planta como de un huerto.

Infusión de cáscara de banana

La banana es conocida por ser una muy buena fuente natural de potasio, de ahí que sea recomendable su consumo para evitar calambres musculares. Sin embargo, este nutriente no sólo se encuentra presente en su pulpa, ya que la cáscara también lo contiene. Pero como no acostumbramos comerlas – aunque son perfectamente comestibles – ocuparlas para nutrir a tus cultivos domésticos es una muy buena idea para aprovecharlas al máximo, antes de arrojarlas a tu compostera urbana Kompost®.

Como mencionamos, la infusión o “té” de cáscaras de plátano permite aportar una buena cantidad de potasio a las plantas, y existen algunos cultivos que se pueden ver especialmente beneficiados con este suplemento, tal como las zanahorias y las habas. En ocasiones es usado en la etapa de floración, ya que es en este momento que la planta requiere de más potasio.

¿Cómo hacerlo? Lo primero será trocear nuestras cáscaras de banaba, las cuales añadiremos a una olla con un litro de agua. Se deja calentar por 15 minutos (debe hervir). Luego, se cuela teniendo en cuenta poner un recipiente para que caiga el líquido. Las cáscaras se pueden y usar con posterioridad en la urbana Kompost®. El agua de la infusión se deja enfriar y luego se mezcla con dos litros de agua fría. ¡Y listo! Ya puede usarse sobre las plantas. Este líquido puede ser aplicado en riego cada 15 días.

Cáscara de huevo molida

Mucho se ha hablado respecto de lo nutritivos que son los huevos – que son una fuente de proteína baja en grasa – pero poco conocemos respecto de las bondades de su cáscara, que la gran parte de las veces es desechada. La cáscara de un huevo de gallina está compuesta en un 96% de carbonato de calcio (CaCO3), elemento muy nutritivo para nuestras plantas, ya que es el elemento responsable de mantener unidas sus paredes celulares. Este mineral es muy requerido en cultivos como los tomates y pimientos. Además, su uso puede ser una buena manera de prevenir la podredumbre apical, que sufren algunos cultivos debido a la deficiencia de calcio.

¿Cómo se pueden aprovechar? Una buena manera es que, luego de vaciar el contenido del huevo, se laven y se guarden las cáscaras, procurando que sequen bien. Para el propósito que buscamos, se requiere que las cáscaras estén molidas muy finamente, así que para triturarlas se puede usar o bien un mortero o meterlas en una bolsa, y molerlas con un rodillo. La idea es que quede un polvo muy fino. Una vez obtenido el polvo, es importante incorporarlo muy bien a la tierra.

Pasa que el calcio que contiene la cáscara de huevo no se encuentra en una forma que permita una absorción directa para las plantas. Es por esto que es necesaria la acción microbiológica que lo descomponga, que está presente en el suelo o en el sustrato donde será aplicado. Eso proceso ocurre más fácilmente cuando la cáscara está molida muy finamente.

La cáscara de huevo también puede ser utilizada como un pesticida natural, aunque para este propósito se deberá aplicar una mayor cantidad de cáscara alrededor de la planta, formando una “barrera natural” que dificultará el acceso de plagas, como gusanos, babosas y caracoles. Su uso permite ahuyentar a los animales sin matarlos.

Agua de arroz y de tallarines

Es importante que no se confunda con la leche de arroz, en la cual para su elaboración se utiliza el grano entero. A lo que nos referimos es a esa agua blanquecina que resulta del lavado que se hace previo a la cocción. Muchas veces lo tiramos por el lavaplatos, sin considerar la gran cantidad de hierro, potasio, zinc y magnesio que posee, entre otros nutrientes. Además, parte de los carbohidratos propios del arroz – almidones – quedan en el agua de lavado, lo cual puede ayudar a alimentar a los microorganismos presentes en la tierra, y que ayudan a descomponer la materia orgánica.

Si bien es cierto que las plantas generan su propio almidón por medio de la fotosíntesis, hay algunas que no lo producen lo suficiente y por lo mismo, se encuentran débiles. La falta de luz por estar en lugares sombríos también afecta la fotosíntesis de los cultivos. Además de los nutrientes, el agua del lavado de arroz no deja de ser agua, por lo cual permite aportar con hidratación para nuestra huerta. Al ser un líquido, es ideal utilizarlo en momentos donde el sol no sea excesivamente intenso, para evitar la evaporación.

¿Cómo obtenerla? Es muy sencillo. Se incorpora a en un recipiente una parte de arroz por dos o tres partes de agua, y se remueve por 15 a 30 segundos. Se puede aplicar sobre la planta sin necesidad de diluir, y se recomienda usar cada 15 o 20 días. Esta agua es considerada un energizante, por lo mismo, no debe ser un reemplazo al abono que se esté utilizando.

Respecto al agua que queda de la cocción de la pasta, esta también tiene presencia de almidones, por lo que también puede servir a manera de nutrir a las plantas. Eso sí, Samur comenta que hay que evitar que esa agua tenga aditivos de grasas: es por esto que lo mejor sería tan sólo hervir la pasta en agua. “El aceite a la larga funciona como un impermeabilizador, y dificulta la disponibilidad de agua para la planta”, aseguró. Una consideración muy importante es que el agua debe dejarse enfriar antes de verterla sobre la planta.

Bolsas de té

Tanta cantidad de té no debería ser desperdiciada, y puede ser perfectamente agregada a nuestros cultivos. No tiene un gran aporte en cuanto a nutrientes, pero no está demás echarlo en una maceta o al suelo para hacer un aporte de materia orgánica, que le da estructura al suelo o sustrato, y mejora la retención de agua. Además, la materia orgánica provee las condiciones idóneas para el desarrollo de la microbiología. Es como el soporte.

¿Cómo aplicarla? Luego de realizar la infusión, se deja enfriar la bolsa. Luego, se vacía el contenido – sin incluir la bolsa, la cual si puede agregarse a la compostera urbana Kompost® con lombrices – y luego se debe incorporar en los primeros dos o tres centímetros de suelo. Es crucial que en esta operación se evite dañar las raíces de las plantas.

Restos de granos de café

Probablemente más de algún lector ha recurrido al café de grano, especialmente debido a las bajas temperaturas que hemos vivido los últimos días. Los restos del café de grano que se acumulan en las cafeteras – también llamados posos – son ideales para alimentar a nuestras plantas, ya que son ricos en nitrógeno, elemento que está presente en las semillas (como lo son los granos de café).

Para enriquecer la tierra, se pueden echar directamente los posos alrededor de las plantas, junto con el mantillo, tanto en macetas como en superficies más amplias. Si se quiere hacerlo líquido, se puede mezclar con agua durante una noche, para luego ser aplicado en forma de riego, aplicándolo tanto en las hojas del cultivo como en el tallo. También puede ser aplicados en la compostera urbana Kompost®, pero debes tener en cuenta que no supere el 20% del total de este abono.

Humus de lombriz

Es un proceso algo un poquín más complejo que los anteriores, pero igualmente efectivo si lo que se quiere es fertilizar nuestros cultivos utilizando residuos orgánicos. “El proceso consiste en criar lombrices, en su variedad roja californiana, la cual es doméstica, muy voraz y es capaz de comerse hasta el 90% de su peso en residuos al día. Se pone a su disposición residuos frescos de material orgánico, tales como frutas y verduras, e incluso papeles y servilletas. Todo lo que la lombriz come, luego lo defeca y el resultado es una buena fuente de materia orgánica simplificada, lo que significa que está mucho más disponible para que las plantas lo puedan absorber a través de la raíz.

Este proceso implica una espera de al menos 4 a 6 meses para poder cosechar. “Pero el resultado es un abono de grandísima calidad, y no requiere mucho espacio, ya que se aprovecha las caracteristicas de la compostera urbana Kompost® que puede usarse en un departamento, balcón o pequeño jardín.

Esperamos que estos consejos hayan sido de utilidad, tanto si tienes una pequeña planta, una huerta familiar o un jardín. En este mes del Medioambiente, recuerda que aunque no seamos capaces de reducir la totalidad de los residuos del mundo, el cambio siempre parte por casa. Gracias por cuidar el medio ambiente !

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